Está claro que la crisis está instalada en los rincones de nuestras vidas económicas,laborales y si me apuran de principios pero eso no puede ser impedimento para una Semana Santa penitente como está mandao!!

El otro día haciendo mis tareas domestico-familiares en el super escuché, mientras cogía unas naranjas (menos plastificas de lo habitual cosa de la que me congratulo) esa música sentida, triste y seguida por muchos en estas fechas encontrándome el primer azafato nazareno de mi vida, está claro que los dulces hay que venderlos y aunque este no nos ofrece piscolabis alguno captó la atención de muchos de los que por allí andabamos.
Bajo palio una televisión con procesiones venerables y con plena identidad malacitana.
Puedes ser o no creyente pero seguro que muchos disfrutáis de la gastronomía de estas fechas que entre otras cosas unen y estrechan relaciones.